Manos más jóvenes y suaves


Finas y delicadas, necesitan unos cuidados muy especiales. Las palabras clave son hidratación y protección.

UNA ZONA MUY SENSIBLE

No siempre somos conscientes de ello, pero lo cierto es que las manos son tanto o más delicadas que el rostro.

El dorso, lo más conflictivo. Observa una de tus manos. Mientras que la piel en la palma es suave y resistente, la del dorso suele presentarse mucho más frágil. Y es que esta zona además de estar más expuesta a las agresiones externas (frío, sol, detergentes, etc.), también está más desprotegida, ya que es mucho más delgada y tiene menos glándulas sebáceas.

Norma número uno: proteger. El mejor remedio para todos estos problemas es utilizar varias veces al día, una crema específica que actúe como un escudo y las mantenga protegidas. Los días de mucho frío, además,no te olvides de los guantes. Si vas a realizar tareas que van a suponer el contacto con agentes irritantes (lavar los platos, hacer bricolaje o labores de jardinería, etc.), utiliza unos guantes de goma o de látex.

Norma número dos: nutrir. Para mantenerse elásticas y suaves, las manos necesitan lípidos, es decir, agentes grasos que reparen la fina piel de su superficie. La mayoría de cremas contienen glicerina y aceites vegetales como la manteca de karité, argán o de almendras. Una buena idea, cuando las manos estén muy secas, es utilizarlas a modo de mascarilla, es decir, aplicando una cantidad generosa y dejando que actúe durante un mínimo de un cuarto de hora.

LOS MEJORES CUIDADOS ANTIEDAD

A medida que va pasando el tiempo, la piel de las manos pierde progresivamente su elasticidad y aparecen las primeras manchas oscuras. Además, al disminuir la capa de grasa que hay bajo ella, las venas y los tendones se hacen mucho más visibles. Para conocer el estado de la piel, tan solo tienes que pellizcarla. Si, al soltarla, tarda en volver a su posición inicial, está falta de hidratación.

Precaución con el sol, incluso en invierno. No solo es el principal responsable de la aparición de manchas, sino también de la sequedad y del envejecimiento cutáneo. Las pieles maduras necesitan,por lo tanto, utilizar una hidratante con filtro (SPF15 como mínimo).

Activos "anti-age". Actúan de forma muy similar a los que se utilizan para el rostro. Con principios como el ácido hialurónico y la vitamina C y despigmentantes como el zinc o el ácido salicílico, mantienen la piel blanca y suave.



PEQUEÑAS MEDIDAS CON GRANDES RESULTADOS

Además de los cuidados básicos, hay una serie de normas que te ayudarán a mantener las manos suaves y atractivas.

Lavado cuidadoso. Tanto el agua como determinados productos rompen la barrera de protección natural de la piel. Para contrarrestar este efecto, evita el agua caliente, utiliza un jabón neutro y, tras cada lavado, sécate bien las manos y aplícate una hidratante.

Cosméticos suaves. Ya hemos visto que la piel de las manos es especialmente sensible. Para evitar irritaciones, reacciones alérgicas, etc. es necesario, por lo tanto, utilizar productos sin agentes agresivos como perfumes, conservantes, etc.

Y ADEMÁS...

Productos naturales. La pulpa de aguacate, los aceites de oliva y de almendras, la mezcla de huevo y miel, la manteca de cacao, etc. son productos altamente hidratantes para la piel de las manos.

No te olvides de las cutículas. De nada sirve tener unas manos perfectas si las pieles que rodean las uñas están secas y levantadas. Utiliza una crema específica para ablandarlas y, cuando te hagas la manicura, retíralas hacia atrás con un palito de madera de naranjo.

Exfoliación, también en las manos. Si tienes la piel muy reseca, una vez a la semana, puedes utilizar en las manos la misma exfoliante que utilizas para el rostro. Te ayudará a eliminar las células muertas y acelerar la renovación cutánea.


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